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miércoles, 29 de julio de 2015

Ambientación salvaje: Los Tangata.

Hace tiempo que queria hacer una serie de entradas sobre la ambientación de la primera campaña que dirigí de Savage, la cual como supongo que ya sabréis era de espada y brujeria.

En un principio era basada en los relatos de Clark Asthon Smith, pero a medida que pasaban las aventuras terminé añadiendo cosas como dioses propios, zonas nuevas, amenazas o seres que no aparecían en las historias originales, algo de ciencia ficción,... etc.

Un ejemplo es la siguiente raza, la cual aparecía brevemente en "blanco y salado es el vacío del olvido" como una de las personalidades/recuerdos de Muchas.

Estaba pensando sobre una personalidad guerrera y se me ocurrió el nombre de las Islas Escalonadas las cuales creo que ya se mostraban en un mapa en la aventura de la "ultima casa de la calle de los hojalateros", el resto era un par de párrafos para darle color.

Seguidamente recuperé a los habitantes de dichas islas para un personaje pregenerado en unas jornadas, el cual cumplía la función de bárbaro en taparrabos del grupo.

Esto más o menos es lo que tenia en mente para esa raza.





Los Tangata

  • Escucha atentamente Iaoch, pues tu viaje te llevará a una tierra que no es tierra, donde ciclopeos zigurats nacen del agua como los pechos de una diosa ensangrentada y donde Pakanga gobierna...
  • ¿Quien es ese Pakanga?
  • Aquel cuyas manos sopesan el corazón de un guerrero y sus ojos son la vara con la que se mide su alma.
  • ¿Otro de tus dioses hechicero? Ya tengo más que suficiente con el Buey Escarchado, el cual suele contentarse con calentarse con la sangre de sus enemigos para pasar el invierno y no se molesta con pesos y medidas como un vulgar comerciante de habas.

“ Las ciudades de sangre” Fran Kane, Editorial Bruguera 1985


Lejos, al Sur del continente hiperboreano y al este de Ithafa, en el Mar Calmo se yerguen sobre las aguas las Islas Escalonadas.

Estas islas en realidad son inmensos zigurats, antiguos restos de una civilización desaparecida, cuya altura es tal que las aguas no los cubrieron. Algunos marineros que se han atrevido a sumergirse en las aguas aseguran que lo que realmente asoma solo son la cúspide de una estructura mayor invisible bajo el mar gris.

Nadie sabe lo que contienen ya que no se ha hallado entrada alguna a su interior y en apariencia son de roca sólida

En los escalones de estas maravillas viven los Tangata. Un pueblo recio de amplio pecho y unas piernas firmes capaces de resistir los embates de la estación de las olas.

Todos ellos adornan sus pieles tostadas con complicados tatuajes de formas onduladas formados por una miriada de pequeños cuadros negros. Estos tatuajes señalan el escalón de procedencia de un Tangata y cambian a lo largo de su vida dependiendo de su posición social.

Los Tangata viven desde que nacen bajo la ley del Peso y la Medida, por la cual un hombre, cuando es arrancado de entre las piernas de su madre es arrojado al escalón inferior de la pirámide, allí donde las olas se estrellan.

La única forma de escalar socialmente y por tanto de alejarse del mar es enfrascarse en una serie de guerras rituales eternas que enfrentan cada escalón.

Dicen que un hombre se mide por sus enemigos, en el caso de las Islas Escalonadas es igual ya que un Tangata solo tiene derecho a subir un escalón aupándose sobre una montaña de cuerpos.

En la entrada de cada escalón, los sacerdotes de Pakanga “el que mide y el que sopesa, el ojo ardiente en el cielo y aquel entre cuyos dientes asoma la carne de sus enemigos”, reciben de cada guerrero una ofrenda de cabezas obtenidas en combate. Guiados por su dios determinarán en sus balanzas si el peso del alma y el corazón de los caídos son lo suficientemente grandes como para aupar al guerrero un escalón más arriba.

Solo la cabeza es entregada a la balanza, ya que el resto de la carne y huesos pertenecen al guerrero vencedor, el cual puede disponer de ella como desee. Ademas que una cabeza es mucho más fácil de conservar y transportar.

Un sacerdote de Pakanga es intocable, su palabra siempre es venerada y tienen derecho de paso de un escalón a otro. La muerte de uno de ellos puede ocasionar la ira del cruel dios, el cual abatirá su puño en forma de ola contra el escalón y los inmediatamente inferiores que se haya atrevido a cometer tal sacrilegio.

Uno se podría preguntar como puede sustentarse la viva en esas rocas desoladas, pero lo cierto es que esta florece en los lugares más insospechados y donde hay vida hay comercio.

Todos los escalones realizan intercambios entre sí, los inferiores con moluscos que arrancan de las rocas, perlas y la preciada madera que algunas veces llega flotando en el mar, en algunos escalones superiores quedan vestigios de jardines alimentados por fuentes internas en los que los Tangata cultivan, otros venden ese agua a cambio de atus (esclavos), algunos escalones se especializan en la caza de pájaros cuyas plumas son extremadamente apreciadas,... etc.

Un Tangata puede viajar libremente por aquellos escalones por debajo de el mientras reine el tiempo de rangimarie (tregua), mientras que el ojo blanco y el ojo gris de Pakanga están en el cielo. Pero en el momento que el tercer ojo, el de fuego, se abra se iniciará el tiempo de tukinga (enfrentamiento) durante el cual los escalones batallarán entre sí.

Los Tangata viven en habitáculos escavados en la propia roca del zigurat al abrigo del viento y las olas.

La mayor parte de sus utensilios son de piedra y hueso mientras que unos pocos escalones pueden disfrutar de la madera, la cual es símbolo de estatus y moneda de cambio junto a las plumas de pájaro y las perlas.

Las armas más comunes entre los Tangata son los patu y los maripi.

Los primeros son una especie de espátulas de piedra, hueso o de madera en el caso de los grandes guerreros, cuyo mango se anuda con una correa de piel a la muñeca del Tangata. La cuerda completamente extendida es en algunos casos tan larga como el brazo de un adulto, lo cual permite hacer girar el patu en el aire a gran velocidad y descargarlo con una inusitada fuerza contra sus víctimas.

Los maripi son largos huesos afilados que se usan a modo de puñales. Comúnmente se usa uno en cada mano, uno para el ataque y otro para la defensa, como por ejemplo engancharlo en la cuerda de los patu. Se hacen a partir de los fémures de los caídos, pero aquellos que pueden permitírselo los prefieren de madera ya que son más flexibles o tallados a partir de los duros huesos de los Tohora (ballenas)

Y si el brazo de un hombre es lo suficiente firme y es capaz de engañar a la Wai (agua, muerte y vida comparten el mismo nombre en idioma Tangata) puede incluso llegar a la cúspide, cerca del ardiente ojo de Pakanga y mandar sobre los escalones inferiores proclamándose Upoko, el cual tienen derecho sobre la vida y la muerte de todos los inferiores y es aquel que tiene el control directo sobre la posesión de todas las canoas de la isla, con lo que suyo es el poder de convocar la guerra contra otro zigurat para conseguir atus o lanzarse a la pesca de ballenas o los kaki pango (cuellos negros) que suelen asolar los escalones inferiores.

Un Tangata solo abandonaría su isla y daría con sus huesos en Hiperborea si huyese de un crimen, buscase cabezas que ofrecer a Pakanga, fuese un atu huido o lo que se le ocurra al jugador y resulte verosímil al master.

Un jugador que desee crearse un personaje Tangata deberá de escoger entre ser un Runga o un Rako.

Los Rungas son los Tangata que viven en los escalones superiores, lejos de la preocupación de ser barridos de su escalón durante Ngaru (la estación de las olas) y más enfocados en la guerra ritual.

Los Rako en cambio son los ocupantes de los escalones inferiores, a merced de las olas y los cuellos negros, siempre ansiosos por escalar a un lugar más seguro lejos de los caprichos de las mareas y el tiempo.

  • Runga.
    El peso y la medida. Un Tangata se mide por sus enemigos, con lo que siempre se enfrentará al más fuerte y ¡ay de todo aquel que se interponga en su camino!. 
    Cuando el guerrero acabe con un rival ostensiblemente más fuerte que el deberá de tomar un trofeo, comúnmente la cabeza. Si el pj intentase variar este comportamiento y negar sus impulsos deberá de realizar inmediatamente una tirada de espíritu, viéndose obligado a seguir su credo con un fallo.
    Estas son las piedras que inclinarán la balanza. Un guerrero siempre ha de tomar trofeos y conservarlos para mostrarlos a Pakanga, esto suele acabar en una ristra de cabezas disecadas colgadas al cinto que proporcionan un -2 al carisma pero en cambio un guerrero Tangata obtendrá un d6 de base en su habilidad de intimidar.
    Bautizado en sangre. El tiempo de Pakanga ha forjado al guerrero Tangata permitiendole comenzar con un d6 en la característica de fuerza y en la habilidad de pelea.
    Bañado en el mar. Su tiempo como Rako proporciona al Tangata un +1 a la dureza.

  • Rako
    El peso y la medida. Un Tangata se mide por sus enemigos, con lo que siempre se enfrentará al más fuerte y ¡ay de todo aquel que se interponga en su camino!.
    Cuando el guerrero acabe con un rival ostensiblemente más fuerte que el deberá de tomar un trofeo, comúnmente la cabeza. Si el pj intentase variar este comportamiento y negar sus impulsos deberá de realizar inmediatamente una tirada de espíritu, viéndose obligado a seguir su credo con un fallo.
    Pero esta no es justa con el. Un Rako siempre busca ascender y piensa que Pakanga se mofa de el arrevatandole su justo puesto. Un miembro de esta escala social siempre considerará los repartos injustos e intentará quedarse con lo máximo posible para el o procurar hacer valer su opinión.
    Lleva la Wai dentro. Un Rako se forja durante la Ngaru, la estación de las olas, llegando a pasar dias enteros aferrado a la roca cuando los muros de agua se abaten sobre su escalón. Esto le proporciona un +2 a la dureza.
    Pero la Wai le da la vida. Un habitante de los escalones inferiores debe de aprender a nadar para sobrevivir a la dureza de su estrato social, esto le ayudará a sobrevivir y también le permitirá alimentarse. Muchos Rako aprenden a contener la respiración durante largos minutos para arrancar los sabrosos moluscos que viven a grandes profundidades y para comerciar con las valiosas perlas con los Tangata de los escalones superiores.
    Esto proporciona un +4 a las tiradas para resistir la asfixia y una puntuación base en la habilidad de nadar y supervivencia de d6.

ARMAS TANGATA
NOMBRE
DAÑO
PESO
COSTE BASE
NOTAS
Patu
FUE+d6
2
Una rueda de oro.
Rara fuera de las Islas escalonadas.
Soltar la cuerda anudada proporciona un alcance de 1.
Pueden emplearse trucos con el usando la habilidad de pelea.
Maripi
FUE+d4
1
Una rueda de plata.
Rara fuera de las Islas escalonadas.
Si se usan dos, uno en cada mano otorga un +1 a la parada si el segundo no se usa para atacar.


Las armas de los tangata comúnmente tienen un CM (calidad del material) de cero, ya que están hechas de madera endurecida al fuego, piedra o hueso. Una buena factura podría incrementar su CM a uno pero no más allá.





Ejemplo de tangatas.

Pakanga.


Un Patu


Mango de Maripi tallado.


Un kaki pango

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